martes, 27 de noviembre de 2012

Cities for life

La Facultad de Filología de la Universidad de Sevilla y la Comunidad de Sant'Egidio han organizado una jornada académica en favor de la vida y contra la pena de muerte, dentro de los actos previstos en la campaña Cities for life.
Esta jornada académica va dirigida a estudiantes universitarios y estudiantes de Bachillerato. La Comunidad de Sant'Egidio se puso en contacto con nuestra Congregación, para invitar a nuestros alumnos a participar. El siguiente vídeo presenta los principios de la campaña:



Para el próximo día 30 de noviembre, la ciudad de Sevilla iluminará la fachada del Ayuntamiento, para sumarse a esta iniciativa contra la pena de muerte.


PARANINFO DE LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA
La Comunidad de Sant'Egidio ha estado
representada por el Sr. Jaume Castro
Para el acto de hoy, un grupo de doce alumnos de 1º y 2º Bachillerato de Humanidades de nuestro Colegio han podido disfrutar de este acto institucional, en el Paraninfo de la Universidad.

Es difícil transmitir aquí todas las emociones vividas en esta jornada: la conferencia central la ha dado Billy Moore, un estadounidense que pasó 17 años en el corredor de la muerte. Su historia nos ha conmovido: ha hablado de la tortura que supone saber que tienes fecha y hora para morir.


Billy Moore, junto a su traductor,
 durante la conferencia de hoy.
Muchos han sido los momentos claves en su vida. Por dar de comer a su hijo, entró a robar en una casa, y durante el altercado, dispara su arma, y muere el dueño de la vivienda. Billy siempre se consideró culpable, porque reconoció lo que había hecho, pero un cúmulo de situaciones, empezando por tener un abogado sin interés por defenderlo adecuadamente, dio por sentado que no podía tener otra condena que no fuera la pena de muerte. Billy escribe una carta a la familia donde entró a robar para pedirles perdón, sin pensar nunca que esta familia le respondería, y le dicen que su muerte no aliviará su pena, que como cristianos entienden que sólo el perdón logrará disminuir su ira, y sólo el perdón haría desaparecer cualquier otro deseo de venganza. Esto supone un revulsivo para Billy: decide convertirse en su propio abogado, apela la sentencia una y otra vez; incluso en una de estas ocasiones, dos días antes de la fecha anunciada para morir en la silla eléctrica, su mujer le confiesa por carta que su hijo no es realmente hijo suyo, de modo que Billy estuvo a punto de perder su vida por su hijo, sin serlo en realidad. Consigue aplazar su ejecución varias veces en esos 17 años, y finalmente logra que se cambie la sentencia, y pasa a ser cadena perpetua. En 1991, se revisa de nuevo su caso, y es puesto en libertad.
Actualmente, Billy Moore es abogado y sacerdote, entregado a ayudar a personas condenadas a muerte, y sigue escribiéndose con la familia que le perdonó y que le hizo renacer.
Tras la conferencia, las alumnas de 2º Bachillerato estuvieron hablando con él de manera más cercana. Estuvo especialmente amable, y nos dio a todos una lección de lo que es una buena persona.